La cinta de Ana López Martín cuenta con 15 nominaciones a los Premios Goya

     El Cine Victoria de Monzón proyectaba, por primera vez, este jueves el documental de “Los Caballeros de Santiago” de Ana López Martín que fue rodado en Loarre, Monzón y La Aljafería y cuenta con 15 nominaciones a los Premios Goya.

     Antes de la proyección hubo un Photocall con los miembros del equipo de la cinta, algunos de los actores locales, público y autoridades encabezadas por el alcalde Isaac Claver y la concejal de Cultura, Marta Montaner Durán. Al finalizar el pase, se realizaba una tertulia con la directora, Ana López Martín, la responsable del vestuario, Ana Capín, y el historiador Darío Español.

Isaac Claver, antes del inicio del acto, conversaba con la directora a la “que trasladaba la importancia de este estreno en Aragón para una ciudad histórica como la nuestra, con el castillo como escenario en varias escenas del rodaje. Además, hay una gran representación de actores de Monzón que también se involucran en nuestra fiesta turística, el Homenaje Templario a Jaime I y Guillem de Mont-rodón, que en dos semanas recrearemos”.

La directora agradecía “el apoyo institucional para poder grabar en Aragón y quiero destacar la gran acogida que desde el primer minuto tuve en Monzón, ya que la hospitalidad de sus gentes la percibimos no más llegar”.

SIPNOSIS

      El documental narra la historia de la orden en base a los hitos fundamentales de su contribución a la historia de España: desde su lado más ortodoxo hasta las leyendas que la envuelven, desde su nacimiento hasta su función actual en el siglo XXI. El relato se desarrolla a través de la trama de “la niña y el anciano” en el Real Hospital de Santiago en Cuenca en el año 2012. “La niña” interpreta a la infanta doña Leonor a sus 7 años, quien será la futura Maestre de la Orden y segunda mujer en la historia en ocupar tal cargo. “El anciano” por su parte, es uno de los internos del hospital con problemas de salud, cuya historia de sus ancestros representa el espíritu de la orden de Santiago. Por un giro de guión, nuestra “niña” se separa de la visita escolar y acaba siendo la compañía en esa tarde de nuestro “anciano”. La historia de ambos encarna los valores de respeto y atención de calidad e interés para nuestros ancianos. Bajo la senectud se esconde una gran historia que no debe quedar en el olvido.