Civi Civiac, Curolles y la EMMMO han sido los encargados de echar el telón al Festival de Artes de Calle
Al final el mal tiempo reinante, sobre todo el sábado, ha dado una tregua al MOBA, Festival de Artes de Calle, para echar el cierre a su decimosexta edición con mucho talento en la chimenea de la azucarera con Civi Civiac y en el anfiteatro Labordeta con la Compañía Curolles y la audición de fin de curso de la Escuela de Música Moderna de Monzón (EMMMO).
El MOBA ha cerrado este domingo una nueva edición que ha estado condicionada por la lluvia y las dificultades de poder trasladar a recintos cerrados los espectáculos que se habían programado. La organización puso todo de su mano con ajustes de horarios y cambios que al final no pudieron evitar suspender el programa del sábado en su práctica totalidad, a excepción de los educandos de la Banda Municipal La Lira. Esfuerzo que ha sido reconocido por las propias compañías que no pudieron actuar y que, sin duda, tienen las puertas abiertas para poderlo hacer en próximas ediciones.
El Festival de Artes de Calle llegaba a esta decimosexta edición con una programación muy variada en la que destacaba la danza con Ertza Kompainia por ser una novedad que gustó a los asistentes y por una fuerte apuesta por el circo y el humor que quedó demostrado en los espectáculos que se pudieron celebrar.
La organización decidía cambiar del sábado al domingo del estreno en Monzón de Don Bártulos de Civi Civiac, lo que ha sido todo un acierto ya que la compañía de Pueyo de Santa Cruz ha hecho las delicias del público que acudía para ver esta nueva propuesta de teatro de calle, magia y humor gestual con el que se pretende rendir un reconocimiento a un oficio casi desaparecido como son los cómicos de la legua, a través de un vendedor ambulante.
Don Bártulos hacía su entrada en la chimenea de la Azucarera con su gran carromato cargado de cachivaches para todos los públicos, pero también de alegría e ilusión que ha contagiado a los asistentes.
El MOBA, tras la actuación de Civi Civiac, se ha trasladado al anfiteatro Labordeta donde los baleares Curolles han sorprendido al público con un espectáculo denominado Todo Bien cuyo elemento principal eran las peonzas.
El dúo ha conseguido atraer la atención del público en el que han trabajado la peonza no como un juguete sino como un artefacto circense, combinándolo con un humor, como ellos califican bastante “idiota”.
Y como es tradicional los últimos momentos del MOBA son para los de casa, para la Escuela de Música Moderna, que un año más ha sacado su audición al anfiteatro Labordeta donde el público ha disfrutados de sus canciones e interpretaciones dando buena cuenta de lo aprendido durante el curso y mostrando, una vez más, el talento musical existente en Monzón.
El MOBA ha estado organizado por el Ayuntamiento de Monzón con la dirección artística de Projects marker, y el apoyo del Ministerio de Cultura, la Red de Artes Escénicas, la DPH y Gobierno de Aragón.
La organización, una vez echado el telón, ya mira hacia el 2026 para una nueva edición en la que el MOBA volverá a gozar del cariño de un público fiel que anota las fechas de su celebración en su agenda de eventos.
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