Catedral de Santa María del Romeral

Información para visitas

 

974 417791

turismo@monzon.es

Ubicación: Clic aquí.

Horarios y visitas guiadas

Abierta para visita turística en el siguiente horario:

Sábados, domingos y festivos de 12.45 h a 13.30 h

Como este horario puede sufrir modificaciones en función de su uso litúrgico, es recomendable confirmarlo previamente llamando a la Oficina de Turismo 974 417791.

Entradas:

Las entradas se adquieren directamente en la Catedral de Santa María en el momento de su visita.

Entrada general : 3 €

 

Historia

 

Situada en el casco antiguo en la parte alta de la ciudad y cobijada por el castillo, la concatedral de Santa María del Romeral tiene orígenes muy remotos; en el mismo lugar hubo, al parecer, una iglesia de tradición visigótica, convertida después en mezquita musulmana y tras la conquista de Monzón en 1089 por el rey Sancho Ramírez fue reedificado un templo cristiano y anexionado a la diócesis de Roda de Isábena, siendo obispo Raimundo Dalmacio; fue consagrado por el obispo Poncio en 1098 con la asistencia del rey Pedro I. Al depender de Roda, se implantó también la canónica de San Agustín; tuvo claustro, cementerio, sala capitular, dependencias del prior y sacristán mayor, dignidades de la catedral rotense.

Ganada la fuerte plaza de Monzón, la ciudad cobró un especial valor estratégico y político al convertirla el rey en cabecera de un pequeño reino confiado a su hijo y heredero Pedro I.

 

Tras la conquista de Fraga y Lérida en 1149 por Ramón Berenguer IV, el obispo Guillermo Pérez trasladó la sede diocesana de San Vicente y San Valero de Roda a Lérida tomando posesión de la sede ilerdense ese mismo año; entonces Santa María de Monzón pasó a depender eclesiásticamente de los obispos ilerdenses, situación que se mantiene siempre hasta 1995 en que se hace la separación de las parroquias aragonesas de dicha diócesis, formando la nueva diócesis Barbastro-Monzón.

En tiempo de los templarios la iglesia de Santa María se vio envuelta en diversas controversias entre los caballeros del Temple y el Obispado de Lérida por cuestiones de tributos y jurisdicciones.

 

El Papa Paulo V en 1607 la elevó a Colegiata Insigne, realizándose diferentes modificaciones, como el coro, la sacristía, el archivo, sala capitular y otras dependencias; el cabildo de esta Iglesia Colegial llegó a contar con veintidós clérigos; también fue cabecera del Vicariato General de Monzón creado en 1633 por el Papa Urbano VIII y de la Curia eclesiástica de la zona aragonesa que perteneció al Obispado de Lérida; esta situación se mantuvo hasta mitad del siglo XIX, al suprimirse las jurisdicciones especiales por el Concordato de 1851 que eliminó su condición de Colegiata y la redujo a simple parroquia.

El edificio que había sido recubierto de yeso precisaba una adecuada restauración que se llevó a cabo en los años 1960 y le devolvió la limpieza de sus caracteres artísticos originarios; fue declarada monumento nacional y en el censo general del patrimonio cultural aragonés figura como Bien de Interés Cultural con categoría de Monumento Histórico-Artístico; es concatedral de la diócesis de Barbastro-Monzón desde el 17 de septiembre de 1995, en virtud del decreto “Ilerdensis-Barbastrensis. De finium mutatione” (referente al cambio de límites de las dos diócesis afectadas).

Esta iglesia tuvo siempre como patrona a Santa María y desde el siglo XVI toma el título del Romeral que hoy ostenta por el hallazgo de una imagen suya en este sitio poblado entonces deplantas de romero según recoge la tradición.

 

Sede de las Cortes de Aragón

 

Un aspecto muy destacable de esta iglesia es el haber sido marco de las Cortes del Reino y de las Cortes generales de la Corona de Aragón durante los siglos XIII al XVII; lugar donde se decidían guerras y paces, cuestiones de vida o muerte para la nación, las libertades públicas y privadas, los fueros, las finanzas y cuestiones de gran importancia para toda la Corona.

Aquí se redactaron y aprobaron numerosos fueros –leyes- y constituciones que rigieron durante siglos la Corona de Aragón y que afectaron a todos los ámbitos de la vida de sus habitantes y por este escenario pasaron casi todos los reyes de la monarquía, así como ilustres personalidades de entonces. Los reyes aragoneses que habían alcanzado renombre y poderío, Jaime I el Conquistador, Alfonso III, Pedro IV, Juan II, entre otros, se presentaron para solicitar el concurso de sus vasallos, atender los “greuges” o agravios y resolver asuntos de gobierno.

 

Fueron muchas las veces que los monarcas estuvieron aquí para celebrar Cortes generales; concretamente, en el siglo XVI diez de las trece asambleas realizadas lo fueron en Monzón presididas por Fernando II el Católico, su segunda mujer Germana de Foix, Carlos I y Felipe II.

El motivo de la elección de Monzón para celebrar Cortes era su cercanía de Cataluña, Valencia y Aragón, situación geográfica que daba fácil acceso a los diputados de los tres territorios y quizás también por su localización limítrofe entre Aragón y Cataluña al ser considerada como propia por aragoneses y catalanes.

Las Cortes seguían un ceremonial protocolario muy riguroso que contemplaba desde la ubicación del soberano, lacolocación de los oficiales reales, el Justicia de Aragón, los componentes de los estamentos y procuradores hasta laprelación de los participantes en el orden de las intervenciones.

Los representantes de cada territorio se reunían en estancias separadas para estudiar y luego negociar las propuestas del rey y las suyas propias. Tras largas jornadas de negociación entre estamentos y entre territorios (que se prolongaban a veces hasta cuatro y cinco meses) se daba legalidad a los acuerdos de las reuniones y todos juraban respetarlos.

 

Subrayamos algunos aconteceres destacados: en 1236 con Jaime I se trató sobre la conquista de Valencia; con Pedro IV en 1362-1363 se impusieron unas exigencias fiscales llamadas “de generalidades” y se encomendó su recaudación a unas comisionesde las Cortes, una diputación en cada territorio para cobrarlo, llamada diputación del General o Generalidad de Aragón, Generalidad de Cataluña y Generalidad de Valencia. En 1469 Juan II obtuvo ayuda financiera contra el duque de Lorena que había invadido Cataluña. En 1510 con Fernando el Católico se trata sobre los territoriosde Túnez y Argel. Bajo el reinado de Carlos I en 1528 se recibe la visita de Hernán Cortés y se reforma la Real Audiencia al convertirla en Tribunal colegiado competente sobre asuntos civiles y criminales; en 1533 y 1537 se abordan los preparativos para combatir a los protestantes en Alemania y a los turcos; en 1542 se otorga a Zaragoza el privilegio que eleva el Estudio de Artes al rango de Universidad general y también se recibe la visita de Fray Bartolomé de las Casas; en 1547 se crea la figura de Cronista del Reino que recaeráen 1548 en Jerónimo Zurita. Con Felipe II en 1563 se debate sobre la guerra con Francia y los turcos; en 1585 se plantea la presencia de corsarios en el Peñón de Vélez; también se alcanza el objetivo de que los aragoneses tuvieran la posibilidad de emigrar a las Indias y obtener similares dignidades que los castellanos; asiste José de Calasanz dos meses como secretario de una comisión de reforma.

Las últimas Cortes se celebran en 1626 con Felipe IV en que se firmó el Tratado de Monzón sobre la Valtelina, territorio suizo restituido a los grisones bajo tutela francesa y española.

 

 

Aspecto artístico

 

La iglesia de Santa María es un bello ejemplar de finales del siglo XII, construido con sillares de talla regular y piedra arenisca, de estilo románico, con modificaciones y añadidos que van de la época gótica a barroca. Fue levantada probablemente en el lugarde la antigua mezquita principal musulmana, tras la conquista de la ciudad en 1089.

Presenta un aspecto amplio, sencillo y sobrio, de inspiración cisterciense como ofrece también el fuerte y bien situado castillo templario. El templo es de planta de cruz latina con tres naves de tres tramos más el crucero de escaso saliente cubierto con bóvedas de medio cañón peraltadas, excepto la nave central que es más ancha y con bóveda de cañón ligeramente apuntada. Una imposta del tipo filete marca el arranque de las bóvedas.

Estas tres naves, con sus respectivos ábsides, miran a Oriente, según tradición litúrgica. El sistema de cobertura descansa sobre gruesas pilastras cruciformes con columnas de media caña adosadas que van sobre basa y plinto donde se apean los arcos fajones dobles y formeros y los capiteles se revisten de una fina ornamentación geométrica de gran sobriedad y variedad de ascendiente e influencia islámica, predominando motivos de entrelazos en forma de redecilla, estrellas y vegetales.

Los vanos originales abiertos al exterior para la iluminación son en arco de medio punto abocinado y alguno de ellos conserva columnitas con capitales a sus lados.

 

El ábside central, de mayor tamaño, y el del sur tienen planta semicircular, se cierran con bóvedas de cuarto de esfera y apenas han sufrido modificaciones; el ábside norte tiene planta poligonal, fue transformado para capilla con bóveda de crucería y allí estuvo la cripta.

En el crucero se levanta un cimborrio cerrado por cúpula octogonal sobre trompas con un entramado de profusa nervadura decorativa sobre el que se levantó en 1613 la torre campanario; esta torre combina la piedra sillar y el ladrillo de gusto mudéjar con el primer cuerpo de base cuadrangular y dos cuerpos octogonales con ventanas de medio punto en cada cara; se decora con faja de rombos de cuatro lados, arquillos ciegos y lazos realzados en ladrillo cara vista; el remate es almenado.

 

El templo sufrió importantes transformaciones en época moderna al contar con diversas capillas abiertas en sus muros y en especial al construirse un tramo de ellas a los pies de la iglesia entre los siglos XV y XVIII; así la capilla central está cubierta con bóveda de crucería simple y la del sur, denominada capilla de San Vicente o "parroquieta”) tiene cúpula de media naranja con linterna central decorada con yeserías barrocas; también la puerta de acceso bajo pórtico situada en el costado norte es un añadido del siglo XVII; toda una variedad testimonial de los tiempos aunada por la estructura románica fundamental del edificio.

El claustro ubicado en la parte sur del templo fue destruido totalmente en la guerra de Cataluña en 1642; en una de sus alas se hallaba la curia, la escuela parroquial y el archivo que prestaron su marco durante las Cortes como lugar de reunión de algún estamento o brazo de aquellas asambleas.

La parroquia de Santa María tuvo numerosos objetos de plata para el culto de los siglos XVI al XVIII: gran cruz procesional, incensario, cálices, arqueta, custodia, relicarios, lavatorios, coronas, hisopo, vinagreras… la mayoría desaparecidos en las guerras posteriores y solamente se conservan unos pocos.

 

La imagen en piedra policromada que preside el altar mayor es de estilo gótico del siglo XIV y procede de la desaparecida ermita de Lax, en el término de Monzón.

Podemos resumir con Manuel Iglesias que el ambiente nos transporta a sus orígenes; los volúmenes se recortan en justa proporcionalidad; los espacios se organizan y distribuyen en medida exacta; los elementos se definen y articulan con rigor preciso, sin alterar la austera sobriedad del estilo románico.

 

 

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